El sol es la moneda de curso legal en Perú. Le debe su nombre al astro rey que nos ilumina y calienta... y se hace difícil de ver en tierras alavesas. Pero el 22 de septiembre hicieron acto de aparición los dos soles, el peruano y el universal, este último regalando luz y calor por doquier.
Anghela, nacida en el Perú, conoció allí al que ahora es su marido, Aitor, originario de Álava. Y se conocieron en un paseo en bicicleta por esas tierras peruanas. Las bicicletas formaron parte de los muchos elementos que vistieron la celebración de su enlace y posterior fiesta con amigos y familiares, de acá y de allá, de Perú, de Inglaterra...
Después de la ceremonia en el santuario de Oro, nos dirigimos cerca, a Murguía, para disfrutar del banquete en La Casa del Patrón.
Bien muestran estas fotografías la felicidad que las sonrisas de Anghela y Aitor reflejaban, entusiasmo que se contagió a todos los presentes y que se mantuvo hasta la puesta del sol, ese que da nombre a la moneda peruana y que dio color a un día inolvidable.